La escuincla argentina del cabello esponjoso nos legó (autoría de Quino, por supuesto) una frase sin desperdicio:
Nadie es buen Sherlock Holmes de sí mismo
En efecto, nadie a quien le interese investigar aspectos ocultos de su propia personalidad, hacer un autoanálisis o simplemente comprender uno de sus más recónditos miedos puede elegir a un investigador peor que su propia psique. Es simple, la psique siempre estará viciada, parcializada por factores tan diversos como el amor propio, la vanidad, el egocentrismo y un sinfín de estupideces de esas de las que ninguno está exento. El resultado, por supuesto, será en casos normales que la investigación arroje halagadores resultados, filtrados -claro está- por todo lo anteriormente mencionado. Peor aún cuando uno tenga ya una pobre visión de su persona y realice la investigación con afanes de mejora. Craso error, encontrará todavía más defectos y deyecciones de las que creía conocer.
Es recomendable entonces no meterse en ese embrollo. Mejor, si usted tiene alguna duda sobre si es un miserable y vomitivo infeliz, pregúnteme, yo se lo confirmaré. Si usted duda de su belleza interna o externa, hágamelo saber, yo le diré que esta es tan insignificante como un pelo en las nalgas de Ari Telch. En resumen, déjeme a mí juzgarle y condenarle, aún con mi desgraciadez, mi cinismo y mis corrosivos comentarios, lo haré mejor que usted.
En las noticias locales, hoy no pinta nada bien, a excepción de la tarde futbolera parece que las horas vespertinas serán aburridas como la voz de Sarmiento. Todo mundo ya ha emigrado o está en proceso de dirigirse a sus respectivos terruños o a buscar playita, por lo que la ciudad se va quedando desierta. No me quejo.
En los deportes, mi equipo volvió a perder, esta vez 6-1, me queda el consuelo de que yo no jugué porque programaron el juego muy tarde. Como ya dije, hoy hay futbol de la liga mexicana, me compraré un bonche de botanas y soda y me regodearé en la pereza mientras veo sudar como cerdos a la bola de weyes.
Queda usted informado, como decía algún buen presentador de noticias (o no tan bueno, pues no me acuerdo ni de su nombre)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario