30 noviembre 2005

Una rola

Sin pecar de azotado, tengo que decir que la trova, ese vilipendiado y mariconizado género musical en el que basta una buena lira para tener un toquín, me gusta a niveles cósmicos. No estoy seguro si fue Fernando Delgadillo el primero de los trovadores que me llegó a los oídos (había escuchado antes algo de Cortés y a Cabral, pero digan lo que digan a mi no me suenan a trovadores), pero creo que sí fue con la rolita aquella de "Julieta" que me empezó a llenar la trova. Debo haber tenido unos 19 o 20 años. Luego luego me puse a bajar todo lo que encontraba de este género que -lo reconozco sin ninguna pena- hasta entonces me fue tan ajeno como muchísimas cosas que mi adolescencia en un pueblo bicicletero me negó.
Eventualmente me encontré con Entre pairos y derivas, una rolota que expresaba en forma casi telepática ideas que yo tenía meses tratando de escribir en poesía y que F.D. pudo poner en música con una melodía bastante llevadera y figuras que -tampoco tengo empacho en aceptar esto- jamás se me hubieran ocurrido.
Pero bueno, ese no era el punto de todo este merequetembe. El punto es que, hace un par de años, rolando por la universidad, me llegó a las orejas (mis orejas son bastante flojas y nunca van hacia los ruidos, siempre esperan a que sean ellos los que recorran el camino) un dulce y armonioso afinar de guitarras. Corrí a buscar la fuente (no mis orejas, ellas sólo se dejaron llevar) y me topé con que frente al edificio de rectoría tocaba un colectivo llamado NorTrova, un grupúsculo (esta palabra me agrada, tiene tanto de despectiva) de jóvenes (y no tan jóvenes) obviamente norteños (de Sonora, pues) que andaban queriendo coquetear con la idea de ser músicos para (mal)vivir y que -oh, prodigioso milagro- habían tenido la osadía de juntarse con otros iguales y fundar algo con pies y cabeza.
Tocaban, pues, en sillas bien dispuestas para el efecto, ocho trovos, seis de ellos varones, dos de ellas guapas mujeres. A algunos ya los conocía porque tocaban en cafés culturosos a los que ya alguna azotada vez había ido, otros de plano eran rostros desconocidos. Pero todos me agradaron. Sin embargo, el punto alto de la noche (era de noche, by the way) fue cuando el que hacía de lidercillo de los portaliras anunció que tenían a un par de invitados especiales.
Eran un par de desarrapados (ah, el desdén) con más pinta de Caifanes en los 80's (flacos, despeinados, caras de viajados). Uno era veracruzano, el otro culichi.
"Bueno" dije yo, "por lo menos no pecan de regionalistas estos rasca-cuerdas"
2 minutos después tuve que callarme el hocico y tragarme mis palabras, porque el culichi en mención se trepó, afinó, y tocó una de las rolas más chingonas que he escuchado en mi (no muy) melómana existencia: Eco.
La canción en sí tiene una letra bastante simple, lo que me gustó en gran manera fue el recurso. Este tipo hizo una especie de aliteración, pero que no se parecía a nada que yo hubiera visto (ya después me encontré con que Villaurrutia lo había hecho antes, pero no tanto) y armó una canción compacta, de 4 estrofas (bis) que vale mucho la pena.
Por azares del destino, ese día no traía un maldito centavo en los bolsillos y no me pude hacer de alguno de los discos que el culichi traía en el morral. Mala suerte. Pero esa mala suerte se corrigió cuando Zinho (omnisciente de los lugares baratos, las tiendas de artículos chafas y los libros raros e inencontrables) llegó un día a la facultad con un compilado de la música de este wey, que por cierto, se llama David Aguilar.
Me quemé el disco, lo escuché hasta la náusea y luego lo olvidé en algún punto de mi mudanza Hermosillo-Guanatos, quedándome de nuevo sin manera de hacerme del cd.
Pero hoy, por recomendación de un buen compa, entré a una página donde se pueden bajar en versión mp3 algunas de las rolillas de Aguilar y prestamente me las agencié. Lo que podría resumir toda la idea de este post a "qué contento estoy porque ya tengo música que me gusta en la lap, snif".

Por cierto, la rola pueden bajarla de aquí (sólo si tienen una mente entre abierta, de lo contrario perderán su tiempo y sus pocas ganas de seguirle cayendo a este antro de perdición).

Coman tierra.

10 noviembre 2005

Jueves

Hoy es uno de esos días en los que nomás no traigo ánimos de hacer nada de lo que tengo que hacer. En primer lugar tuve que venir a la escuela, cosa de la que martes, jueves y sábados no me dan ganas porque llevo puras materias de las llamadas "paja", es decir nada con huesos, músculos, células, fármacos y esas cosas que me va a servir saber a la hora de ayudarle a alguien a morirse.
Además de eso tengo que exponer a las 5 de la tarde con un maestro que me cae peor que la carne de puerco con diarrea, de un tema más estúpido que ver ventaneando y durante dos horas (lo cuál para seguir con las analogías es más largo que el curriculum de Ignacio Burgoa, q.e.p.d.). Huelga decir que tampoco tengo ganas de eso. Lo malo del asunto es que ya me hice un prestigio de buen expositor (la modestia no es lo mío, la neta sí expongo muy chingón) y no quisiera perderlo viéndome balín aunque el tema sea una idiotez bastante soberana y el maestro el soberano de todos los idiotas.
Juegos de palabras aparte, el día de hoy se me antoja muchísimo para estar con mi hijo en la playa de mi pueblo jugando con su pelotita de fútbol y viéndolo correr, caerse de nalguitas y reír como solamente él tiene la capacidad de reír. Se me antoja para que toda mi familia y la de su madre estuviera también ahi (la familia de Angie es genial) y mi jefecito estuviera preparando su famosa carne asada (que es la mejor del universo y lo demás son mamadas).
Falta cosa de un mes (exactamente 37 días) para estar por allá, sé que es un poco apresurado para empezar a contar los días, pero qué le voy a hacer, son mis raíces y el mayor porcentaje de mi existencia los que me jalan.
En las noticias deportivas, nuestro equipo juega el domingo a las 10 a.m. y parece que mi pierna ya está en condiciones de jugar, por lo que quizá sí sea parte del cotejo. Los pumas ayer sacaron las agallas que les habían faltado en el torneo mexicano pero lo hicieron en la copa sudamericana y le dieron sopa de trola al corinthians du brasil 3-0 con dos goles de Marioni y uno de Leandro Augusto. Bien por el equipo de mi heredero que debe estar bastante contento (si es que alguien tuvo la idea genial de ponerle el partido, porque el todavía no sabe encontrar los canales en la t.v.)
Buen fin de semana.

08 noviembre 2005

mañanas, mañanas...

Me gustan las mañanas que se anuncian frescas, colándose por los quicios más angostos de ventanas y puertas cerradas con ese hálito de renovación y ese aire de cosa nueva, de vida sin estrenar que tienen las mañanas en el viento, en la luz, en el sonido mínimo de la vida floreciendo en el jardín.
Me gusta también la comodidad perfecta que se siente al recostarse sobre una alfombra de pasto que ha recibido el rocío matutino y el sol de las nueve de la mañana. Nada más recostarse y contemplar por larguísimos minutos las nubes que cambian de forma en el cielo, indiferentes a todo.
Me encanta amanecer sentado en la orilla de un océano cualquiera. Sentirme en el extremo exacto de algo tan enorme como el mar y verlo ir y venir en ese recorrido sigiloso en el que lleva siglos, ver ese mecanismo como de respiración de la marea, ver todos los colores que pueden percibirse sobre el horizonte y sentir hasta las fibras más hondas el escalofrío de estar viviendo la vuelta a la vida de un mundo completo.
Me gusta caminar por una calle desierta en el momento que precede a la lluvia. Ese instante preciso en que el viento es más frío, en que puede sentirse una garúa finísima en la piel y un claro aroma de tierra mojada y ver un cielo gris y conmovedoramente triste.
Lo que no me gusta es despertar y no ver su rostro a mi lado, plácidamente dormido, con las mejillas sonrosadas y rubicundas, la boca pequeñita ligeramente entreabierta y los ojos enormes cubiertos por los párpados delgados. Lo que no me gusta es despertar sin ver a mi pequeño heredero. Va desde aquí un beso a su madre que estos días está sintiendo lo que yo tengo casi 4 meses de padecer. Ojalá que no te dure tanto como a mí.

07 noviembre 2005

Little boy, you're going to hell

Es de todos sabido que yo soy un gran tipo. Soy un muchacho bonachón, generoso, caritativo, que gusta de ir por las calles repartiendo abrazos a los niños pobres y que dona cobijas a las colonias marginales, ayuda viejitas a cruzar la calle y compra cientos de cajas de galletas a las niñas exploradoras.
Lamentablemente, nada de esto es acertado. En realidad soy uno de los más grandiosos hijos de perra que ha dado la humanidad (Hitler me la pela), un ojete, malaentraña, abusivo, gandalla y demás adjetivos dignos de una rola del Tri.
Por eso este día me ha alcanzado la idea del infierno como próximo destino turístico. Y junto a esta idea me han alcanzado muchas dudas. Por ejemplo:
1.-Qué tipo de transporte es el encargado de llevarte al infierno? El avión sería una estupidez, puesto que (cualquiera lo sabe) el infierno está pa'bajo, el avión va pa'rriba y esa ecuación tendría inevitablemente malos resultados. Descarto el tren porque es demasiado lento para conducirme a un destino tan lejano. En barco o submarino, imposible, no hay agua en el infierno (usted sabe, el fuego la evapora).
2.-Si pago una tarifa lo suficientemente alta, podrán darme una suite con aire acondicionado? El calor me pone de un humor insoportable. Además quiero renunciar a la parte del paquete que incluye latigazos a las 9, 11, 3 y 7. Lo mismo para la sesión de acupuntura con astillas de bambú bajo las uñas. Gracias pero no, gracias.
3.-En realidad se escucha un rock agresivo y buena onda en el infierno? Digo, a mi se me hizo muy buen pedo la rola que escucha Kenny en South Park Bigger Longer and Uncut cuando cae a las llameantes llanuras del inframundo.
4.-El diablo es accesible? Teniendo que aparecérsele a campesinos y viejitas todas las noches en desolados parajes, jalarles las patas a niños traviesos, chupar la comida que se cae al suelo en todas las partes del mundo. El pobre tipo tiene alguna vez 5 minutos de sentarse a ver la tele?
5.-Esta pregunta no es mía, la vi en alguna fuente impresa y no recuerdo cuál: ¿El diablo acepta sobornos? Partimos del principio de que no puede ser un tipo de lo más honrado, ¿o sí? Si la respuesta es afirmativa, ¿cómo de cuánto estaríamos hablando?
6.-Habiendo tanta gente a la que quiero conocer en el infierno, ¿Tendrán una sección amarilla? o por lo menos algún tour por las casas de las estrellas (Me interesan particularmente Santa Anna, Víctor Hugo -no resisto las ganas de abofetearlo por dedicarle tantísimas páginas a monjas y conventos en Los Miserables- y Marilyn Monroe -no resisto las ganas en general-)
Les garantizo que si hay algún medio de comunicación online en el averno, publicaré un extenso artículo contándoles los resultados a mis dudas y a otras que por falta de tiempo me quedaré sin externar hoy.
Ah, y por supuesto, les guardaré un campito.

04 noviembre 2005

De evaluaciones y otras complicaciones

Hoy viernes, dentro de exactamente cuatro horas, debo presentar mi segundo examen departamental de morfología (antes anatomía) y debo confesar que no me siento listo.
En el primero no me fue mal, considerando que la mitad del grupo (16 de 30) lo reprobaron miserablemente y que yo lo pasé, aunque no con un puntaje muy presumible. Pues hoy es el segundo y a pesar de haber jurado y perjurado que llegaría a él más filoso que diente de tránsito, no me siento así.
No necesito replantearme muchas cosas. Desde hace como once años decidí que voy a ser médico (y no un medicucho cualquiera, sino un excelente médico) y ésta no es una cuestión académica. La carrera me encanta, esta materia es quizá mi favorita y el maestro es formidable. El problema soy yo y mi eterna falta de disciplina. Por ejemplo, anoche me propuse dormirme temprano (después de una estudiada, claro) y despertarme hoy a las 6a.m. para seguirle dando. Pues sí, puse el despertador a esa hora, me dormí temprano (todo lo que no tenga a.m. es temprano) pero saben a qué hora me digné salir de la cama? a las 10:21 a.m.
Así no se puede.
Ahorita estoy en la facultad esperando a que se reúna el grupo con el que estudio más a gusto para darle un buen rato a los aparatos respiratorio, cardiovascular, renal, digestivo, linfàtico, reproductor y si tuviéramos nosotros los mugres humanos aparato reproductos de discos compactos, tengan por seguro que este examen lo incluiría.
Lo voy a pasar, me cae, pero esto de "pasar" los exámenes tiene que dejar de ser suficiente.
¿Que si me lo prometo a mí mismo? Déjame pensar... No me gusta mentirme.

01 noviembre 2005

Renacer

Si existe un poder superior, nunca me cansaré de reconocerle algo: Tiene el mérito envidiable de haber creado a una criatura tan compleja como el ser humano.

Esta mañana me desperté con una nube en la cabeza, una nube completita de ideas opuestas entre sí, ideas deprimentes, ideas muy alegres, ideas pesimistas abrazadas con otras idealistas, ideas oscuras manchadas de ideas luminosas. Es decir que esta fue una buena mañana.

Llevo ya meses sumido en un letargo que no puedo permitirme continuar, por pura y simple ansiedad de seguir viviendo como un humano y no como un vulgar autómata, necesito prenderme fuego, hacerme polvito negro y caliente y luego aspirar con las fuerzas que me puedan quedar e intentar, como cursi ave fénix, renacer nuevecito.

Angel, te extraño, gracias por existir y por transmitirme a tantos cientos de kilómetros todo el amor que llevas dentro. Eres mi motivo y te amo.