27 agosto 2004

Sobre la materia y la energía.

Ninguna de las dos se crea o se destruye: Ambas se transforman. Tal vez en una de esas transformaciones se vuelven una en otra, recíprocamente usurpadoras de identidad, o una de ellas se transforma en un tipo diferente de la misma especie, sea transformación de energía potencial en cinética, de éolica en calorífica, sea transformación de un litro de leche y dos bananos en un licuado, lo esencial es la transformación. La única constante es el cambio. Es de esta manera que funciona la fisica, ciencia erigida sobre un sinfín de leyes, todas ellas para estudiar y explicar el cambio. No es, sin embargo, su objetivo definir el porqué del cambio, es decir, explicar de una manera concisa el que es al mismo tiempo motivo y fin de su propia existencia. De acuerdo, tal vez para eso existe la teleología, una ciencia pensada para explicar los fines, sin obviar la paradoja incluida en la oración.
La fisica, sin embargo, es tal vez la ciencia más apasionante de todas y la más parecida a la magia. Quién de nosotros no encuentra fascinante algo tan elemental como los móviles que los doctores (en especial los sicólogos) tienen en sus escritorios? A quién de pequeño no le pareció cosa de otro mundo que un huevo pudiese entrar por la boca de una botella? O que diez clavos puedan mantenerse en equilibrio montados sobre otro? Fantástico.
Creo que la idea principal del post se fue. Luego le sigo.

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