13 febrero 2006

De cómo descubrí que no soy nadie.

El rollo empezó a las dos de la tarde. Martín pasó por mi afuera del Banorte en Mariano Otero y Copérnico, caminamos un par de cuadras hasta su departamento, un lugar muy chido en segundo piso, tan chido que me dieron bastantes ganas de mudarme a su edificio (paga sólo 300 pesos más que yo y su guarida está como 400 veces mejor). Llegamos, entramos, comenzaron las presentaciones. Ahí estaban, eran siete: César, Chava, Gary, Sina, Fire, Gaediel y Cristian (el Dungeon Master). Una partida. Ocho jugadores. Eventualmente seríamos sólo siete (y decir sólo 7 es quizá una ironía) por la partida demasiado temprana de Gary. Fue una pena. El tipo tenía pinta de buen jugador, de esos que rolean en forma convincente y apegada a lo que dice su character sheet.

Yo llevaba tres cuartillas con el background y las características de mi personaje, pero la tirada de dados, por pura ética, la reservé para hacerla enfrente del master. Los resultados fueron felices. Mi primer roll fue un 20. El segundo un 16. Luego dos 18. Finalmente un 11 y un 10. Primera gran decisión: ¿Cómo acomodar los scores para hacer los stats de mi fighter? El libro lo diría muy claro: el dado más alto debía ir a la fuerza, el segundo a la constitución y el tercero a la destreza. Yo tenía otros planes.

Celsius Bo
STR 18 +4 Fuerte, por supuesto, después de todo está hecho para pelear.
DEX 20 +5 Diestro sobre todo, bueno para el AC, bueno para el rango.
CON 18 +4 Bien constituido, es un tipo alto, robusto, no podía caerse de una cachetada.
WIS 12 +1 Justificación: tenía un +3 y este +1, preferí invertirlo en INT.
INT 16 +3 3 idiomas extra, muchos más skills que si hubiera puesto el score de WIS.
CHA 11 0 Porque a mi fighter no le interesa ser bonito, sino efectivo.

Bueno, es justo decir que yo siempre he despotricado contra mi suerte en los dados, siempre me va pues... mal. O modificadores de plano muy bajitos, o un par muy altos y los demás como para llorar. Luego me toca ver players que sacan unos modificadores impresionantes y los desperdician en insensateces y me da una mezcla de rabia y envidia muy mala onda. Pero ahora fue mi turno de tener los meros dados y vaya que si los aproveché.

Pero bueno, el tema de este post es cómo descubrí que no soy nadie en Dungeons & Dragons. La cosa va así. Llego, me presentan a la banda, descubro que 6 de los 8 jugadores son ingenieros en sistemas (o sea: geeks) y pienso: Shit, alerta munshkie.

No hay pedo -pienso- me siento, bebo un vaso con agua, comienzo a repasar la sala con la vista y lo descubro: Dos cajas -sí, literalmente, dos CAJAS- de libros de Dungeons. Los 3 básicos en su caja de edición especial repetidos 4 veces, unos quince tomos de ediciones especializadas: Sword and Fist, Masters of the Wild, Psionic's Special Edition, Warriors of Faith, Deities and Demigods, entre muchos otros. Shit, pensé, alerta Freaky Munshkie.

No me equivocaba, en menos de 10 minutos aparecieron 4 laptops, cada una con al menos 3 gigas de documentos .pdf conteniendo información de Dungeons, bosquejos de personajes, memorias de campañas pasadas y un sinfín de cosas. Puedo decirlo sin ninguna pena: comencé a sentirme un mocoso en pañales.

Terminamos el tiradero de dados y la compra compulsiva de armamento, ropa y objetos mundanos a una hora justa para comer. Fuimos al Subway de Copérnico, a dos cuadras, pedí un italiano y mientras lo disfrutaba me interesé en el palmarés rolero de los sujetos en cuestión. Así me enteré que César y Chava tienen diez años jugando en forma, que esta es como la quinta o sexta partida que hace campaña en el setting actual y que el contexto obviamente se ha ido puliendo hasta hacer del mundo un lugar bastante bien acabado. No pude evitar emocionarme.

Comimos, volvimos, empezó la sesión. Aquí fue donde todas mis sospechas se materializaron con una fidelidad asombrosa: todos se sabían las reglas. Y no estoy hablando sólo de las reglas estilo: Mi base attack, más mi fuerza, más mis bonos, más el d20, es el total de mi ataque. Ni madres. Estos hijos del dungeon se saben hasta las reglas más oscuras y remotas del Player's handbook. Todas: ataque de oportunidad, combat strategy and tactics, stackable bonus, lo que usted guste. Vaya, cuatro de ellos podrían recitar el spell list con rango, radio, duración, escuela, efectos, daño y cada puta coma del hechizo.

Shit, pensé, así que esto es jugar Dungeons en grandes ligas.

No soy digno.

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