Yo te quiero, ¿sabes?
Y no es necesario que lo explique.
Tampoco es que piense que explicarlo lo demerita.
Pero es que yo te quiero por cosas tan sencillas.
Porque tú me enseñaste que la física estaba equivocada y la distancia más corta entre dos puntos no es la recta, sino tu voz.
Porque tú definiste de nuevo casi todas las palabras de mi diccionario.
Porque tú me demostraste que no puedo conocerte completa sin correr el riesgo de amarte para siempre y después me hiciste ver que ya no había reversa.
Porque en tus ojos no había letrero de advertencia: Peligro, nade bajo su propio riesgo.
Yo te quiero, ¿sabes?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario