17 julio 2004

Sobre los vértices.

Vértice:  s.m. Punto en que concurren los dos lados de un ángulo o las aristas de tres o más planos de un poliedro.
    Esta definición puede ser vista en el diccionario Larousse Esencial, en el apartado correspondiente a su inicial. Mi acepción de vértice, sin embargo, es distinta. Por alguna razón, en la definición no se menciona el elemento qué mas me trae a la cabeza la palabra vértice: "Punto que une dos rectas". Por ello, mi acepción de vértice es más comúnmente utilizada en mi lenguaje diario para referirme a pequeñas cosas (personas, episodios, frases) que unen un par de cosas mayores, o a veces más de un par.
   Ejemplifico: Anoche, cuando estaba a punto de alistarme (curiosa palabra esta) para ir a recoger a una amiga, se fue el agua en mi departamento. Huelga decir que con el verano huérfano que tenemos acá en Hermosillo yo andaba con un bouquet de macho semental caprino que no veas y que obviamente no iba a ir por mi amiga en esas condiciones. Pues hombre de mente rápida como suelo ser (aha) tomé mi ropa, mis instrumentos de lavado de carrocería y bajé al estacionamiento con rumbo a casa de unos tíos en donde me podría dar ese ansiado baño.  Pero antes de subirme al carro me encontré con el hijo del dueño del edificio, que iba hacia la caldera con un puño de herramientas en mano; "Mmm" pensé "Herramientas...Caldera...Fulano..." y mi sagaz mente inmediatamente concluyó que Fulano andaba arreglando el rollo del agua.
-Oye, Fulano- Le dije -¿Va a regresar pronto el agua?-
-En unos quince minutos- Dijo él.
  Así que subí al depa otra vez, desempaqué la ropa y puse el final de Xmen2 que casi me quedaba sin ver mientras se daba la hora de la ducha. Para no hacer el cuento largo el agua volvió, me bañé y me alisté (je) a tiempo. Pero cuando quise encender el carro para irme, el motor se puso renuente. De inmediato hice lo que hago cada vez que detecto una falla mecánica: Maldije por varios segundos. Luego bajé y abrí el cofre para detectar cualquier fallo, pero olvidaba que yo entiendo de mecánica automotriz lo mismo que entiendo de anagramas en arameo antigüo, así que volví a cerrar el cofre con un soberbio madrazo. ¿Alguna vez han escuchado del término "a la mexicana"? Consiste en darle un madrazo a cualquier cosa que esté fallando para arreglarla. Pues funcionó, después del fregazo del cofre intenté prenderlo de nuevo y esta vez: tarán, encendió. Acto seguido, enfilé hacia la casa de mi amiga, no sin antes hacer una escala técnica en la gasolinera para evitar sorpresas y caminatas nocturnas por vecindarios desconocidos.  El cielo estaba bastante tormentoso, pero no cayó una sola gota en toda la noche.
    Ya bastante tarde, cuando me despedí de mi cmrd en su casa, me vio, se sonrió y me dijo: No tienes idea de lo cerquita que estuve de no poder salir hoy. Y procedió a contarme de sus pequeños obstáculos que, al igual que a mí, estuvieron cerca de arruinarle una noche muy bien conversada. Ese fue el vértice de anoche: Los obstáculos pequeños pero bastante molestos.
  

No hay comentarios.: