Antes que nada, permítanme desearle un año muy productivo y positivo, de crecimiento personal, de grandes satisfacciones y de cambio, hoy que está tan de moda la palabrita. Que todos ustedes (me encanta decirlo como si realmente fueran muchos) cambien para bien, que los que son vanidosos se hagan sencillitos, que los que tienen un genio de los demonios -como yo- cobren paciencia y serenidad, que los odiosos se vuelvan afables y hasta simpaticones y que todos los que no quieran hacerlo sean raptados por una banda de dobermans en brama que los sodomicen hasta morir.
Bien, una vez terminada la vibra choteada, procedo a comentar que este blog ya puede presumir de haber publicado en 3 años distintos (aunque aún no cumple su segundo aniversario), y que espero que este año realmente pueda convertirlo en un blog de los que vale la pena leer por más de cinco minutos, como los que yo frecuento y que están en la lista de links. También quisiera hacer extensivo el hecho de que hace dos semanas estoy en el pueblo que me vio crecer, el siempre bello y decadente Huatabampo, Sonora, el lugar con los mejores tacos de carne asada callejeros de la geografía mundial. Pasé aquí el día 31, un asunto muy familiar, mi madre mandó preparar tamales y hubo chocolate caliente y delicioso. Son cosas simples, pequeñas, pero cuando uno pasa el 75% del año a 18 horas de distancia de la familia, esos pequeños detalles se convierten en todo un universo disfrutable.
Por supuesto no todo es miel sobre hojuelas, oh no, mis hermanas, en especial la mayor, es un dolor de cojones. Lo es mucho más para mis padres, puesto que son ellos quienes la mantienen (además de verla todos los días del año) pero a este servidor vuestro le bastan 2 semanas de convivio con ella para querer asesinarla o por lo menos financiarle un viaje "one way" al desierto del Sahara sin nada más que una dotación de chiles habaneros.
Pero no hablemos de lo malo, no tiene caso, apenas es el 4 día del año y ya vamos a andar negativos, no way. Mejor comentemos lo bueno. Lo más bueno que se me ocurre es que todos los días he tenido la maravillosa oportunidad de convivir con Ángel Gerardo, mi pequeñín de 14 meses, quien ya camina mejor que Bernardo Segura (o séase que no flota), tiene un repertorio de palabras ya bastante loresco, entre las que se incluyen "agua" "galleta" "paleta" "pelotita" "pie" "ahí está" "dónde está" "lechita" "mami" "papi" "dame", entre otras. Estos días ha estado aprendiendo partes de su cuerpo, y a relacionar mentalmente la palabra que denota esa parte con su situación anatómica. Ya reconoce sus pies como "pies", sus manos como "manos" y su nariz como "nariz". Es un niño brillante el mío.
Madre comenta que yo fui un niño igualmente brillante, pero me cuesta trabajo creer que lo fui al nivel de Angelito. No es normal, a mi juicio, que un niño de su edad tenga las dotes que él tiene, tanto de relación como de coordinación psicomotriz, habilidades de lenguaje, memorización, técnicas de ensayo y error que le permiten intentar una opción, desecharla cuando falla, intentar otra hasta encontrar la adecuada y convertirla de inmediato en la opción automática. Es un pequeño muy listo. Me cuesta creer que yo fui un pequeño tan listo y sea ahora un adulto más bien torpe. Nota mental: No dejar a mi hijo ver taravisión 8 h0ras al día, jugar nintendo otras 8, atascarse de cheetos, duvalines, mazapanes, paletas con chamoy, frutiquecos y todas esas delicias que constituyeron mi dieta infantil/adolescente/preadulto.
Hoy es miércoles, un día de cine barato. No he visto King Kong pero he leído críticas mayormente positivas, o sea que quizá hoy me lance hasta navojoa y la vea. Es sólo media hora de camino, me saldría igual estar allá en Guanatos y querer ir a Pabellón o a Galerías. Es la ventaja de estos pueblos bicicleteros, cero tráfico, cero claxonazos, cero mentadas de madre a los chofiretes de bus.
Si alguno de ustedes es fanático del béisbol, estará enterado que el equipo de los amores de mi señor padre -Los Mayos de Navojoa- han ganado a los Tomateros de Culiacán los primeros dos juegos de la serie. Nosotros -Padre y yo- estuvimos ahí, por supuesto. Fueron dos juegazos con duelos de pitcheo muy interesantes, en especial el primero de ellos, donde Mario Mendoza Jr. y Jesús Guzmán se emplearon a fondo y, apoyados en estupendas jugadas defensivas, mantuvieron un 1-1 no apto para cardiacos hasta la parte baja de la novena, donde un doblete de Aaron Holbert y un tremendo HOMER de Jesse Gutiérrez dejaron a los Culichis regados en el terreno. Hoy se juega el 3ro de la serie allá en la tierra de Malverde, dicen los que saben que Tomateros es un equipo de casa, así que negros augurios para los Mayos. Pero tengo fe.
Ya entrados en deportes, este año hay mundial. No se dejen engañar por mi tono austero, el mundial de futbol es uno de los poquísimos eventos que pueden abstraerme totalmente del mundo. Veo todos, y quiero decir TODOS los partidos, hasta los de los equipitos chafas como Irán o Trinidad y Tobago. Para mi es una fiesta enorme que no termina cuando México es eliminado (aunque obviamente reduce su intensidad en un 80%) y que disfruto como un párvulo, comiendo, gritando, juntándome con los cuates. Espero que me toque en temporada vacacional, para no tener que volarme clases.
Bien, el primer post del año llega hasta aquí. Pronto más noticias. Feliz año nuevo, para no romper la tradición.
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