Amable lectorio: mi semestre ha terminado.
Anoche recibí mi último promedio, no sin cierto pánico puesto que un mal resultado me hubiese condenado a acortar mis vacaciones en casi quince días, lo cuál, tomando en cuenta que planeo pasármelas al lado de mi hermoso heredero, hubiera sido un castigo peor que escuchar un lápiz sin punta rayando un cuaderno durante esas dos semanas. Afortunadamente aprobé y ahora estoy dando los últimos ajustes a mi viaje, que será mañana a las 4:30.
En unos minutos me lanzo a la lavandería, luego tengo que ir al banco a hacer un par de trámites, de ahí a la facultad a hacer un trámite más y a las 2:00 tenemos cita en el Scratch du Ouro con la banda ñoña de la carrera para una comida de despedida. Para quienes no son de Guanatos, el Scratch es un restorán tipo buffet de comida brasilera, en particular de esa variedad llamada "espadas" que consiste en cortes de jugosa carne ensartada en largas varillas de metal. Suena, bien, ¿no es cierto?
Por la tarde quiero ir a Taiwán de Dios a mercar la última piratería del año. A mi esos comerciales de "me saqué un 10 pirata" me invitan a cagarme de la risa de sus débiles intentos, que no succionen, si quieren que compre las películas originales no las pongan a más de $200. Estaría dispuesto a pagar si acaso $150 y eso sólo por películas que venero. Como lamentablemente esas películas no rebasan las 10 y hay otras muchas que me agrada ver como entretenimiento sin llegar a la obnubilación (o sin sufrir comportamientos esquizoides como cuando vi matrix o LOTR) pues seguiré acudiendo al mercado corsario. Lo siento, IP.
Por cierto, tuve dos 100 en mis resultados de este semestre, además de un 95. Lo demás pues fue igual aprobatorio, pero nada sobresaliente. (Mano sobre el Silmarilliön) Pero prometo que el próximo semestre lo haré mejor y estabilizaré mi promedio lo suficiente como para poder entrar de intercambio a Alemania o Tokio. He dicho.
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