08 diciembre 2005

11:11

A veces uno simplemente se queda sin nada qué decir.
A veces uno se encuentra con que, a pesar de que podría decir tantísimas cosas, ninguna tiene sentido.
A veces uno se encuentra solo, en la más absoluta y pura de las ausencias, preguntándose cómo fue que eso pasó.
A veces uno ve que es jueves, que son las 11:11 de la noche y el mundo le ha dejado fuera.
a veces uno no entiende, por más que se rompa la cabeza y se exprima el alma, no entiende una maldita cosa.
A veces uno aprecia lo que despreció y desprecia lo que apreció.
A veces uno olvida que no hay riesgo mayor que enamorarse.
A veces uno recuerda que no hay sacrificio peor que reprimirse.
A veces uno simplemente escribe para evitar las ganas de llorar.
A veces uno quisiera estar más allá de lo terrenal, para poder exorcizarse de sentimientos, de lágrimas y risa, de corazones ajenos y propio, de vida, de muerte, simplemente desalojarse de este cuerpo ancla que lo mantiene sujeto a los vaivenes de la humanidad y desprenderse como una libélula, volando, brillando, difuminándose.
A veces yo no entiendo y me da rabia.
A veces, sin embargo, entiendo, y eso es peor.

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