10 junio 2008

Y no lo sabes

Lo que me queda

cuando regalas el silencio

cuando se va tu rostro

y la sonrisa

esa sonrisa que no es tuya

-o al menos ya no sólo tuya-

es esta guerra.

Lo que me queda

tras los vestigios de batalla

en que me tornas las noches

sin quererlo

pero siempre consciente

-es esa tu coartada-

son estas ruinas

de reino consumido por el fuego.

Tu defecto es saberte indefectible

¿Sabes?

porque el miedo no nace –como dicen-

de aquello que se pierde

sino de todos los “tal vez” que se escabullen

cuando se acepta un “quizás” antes de tiempo.

Y no es que diga –dios me libre-

que seas menos perfecta.

Lo que digo es más bien que tus defectos

jamás serán más grandes

que la inmensidad que llevas en los ojos

y en la que me sumerges cuando miras

así, tan dulcemente

y me sonríes

así, tan homicida.

Sin embargo

Y a lo que iba todo esto

era a decir –ya ves, uno es soberbio-

lo que me queda

cuando tu rostro desaparece

quizá para siempre.

Pero es que lo que me queda

es esta nada,

este silencio,

esta mi breve nostalgia.

Y, vamos,

tampoco es cosa de aburrirte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En realidad te queda lo que quisiste que te quedara.
Porque sabes bien que todo esta ahi es cuestion de que lo tomes y dejes esos quizas y tal vez a un lado, lo que dejaria que dejaran de surgir miedos y temores.
saludos.

monitor dijo...

Disculpe usted, pero dudo que sepa de lo que hablo. Por algo el post se llama como se llama, ¿no lo cree?

Anónimo dijo...

Bonito en verdad. y llegador.. jajaj
bueno...
chaoo...