Lo que me queda
cuando regalas el silencio
cuando se va tu rostro
y la sonrisa
esa sonrisa que no es tuya
-o al menos ya no sólo tuya-
es esta guerra.
Lo que me queda
tras los vestigios de batalla
en que me tornas las noches
sin quererlo
pero siempre consciente
-es esa tu coartada-
son estas ruinas
de reino consumido por el fuego.
Tu defecto es saberte indefectible
¿Sabes?
porque el miedo no nace –como dicen-
de aquello que se pierde
sino de todos los “tal vez” que se escabullen
cuando se acepta un “quizás” antes de tiempo.
Y no es que diga –dios me libre-
que seas menos perfecta.
Lo que digo es más bien que tus defectos
jamás serán más grandes
que la inmensidad que llevas en los ojos
y en la que me sumerges cuando miras
así, tan dulcemente
y me sonríes
así, tan homicida.
Sin embargo
Y a lo que iba todo esto
era a decir –ya ves, uno es soberbio-
lo que me queda
cuando tu rostro desaparece
quizá para siempre.
Pero es que lo que me queda
es esta nada,
este silencio,
esta mi breve nostalgia.
Y, vamos,
tampoco es cosa de aburrirte.
3 comentarios:
En realidad te queda lo que quisiste que te quedara.
Porque sabes bien que todo esta ahi es cuestion de que lo tomes y dejes esos quizas y tal vez a un lado, lo que dejaria que dejaran de surgir miedos y temores.
saludos.
Disculpe usted, pero dudo que sepa de lo que hablo. Por algo el post se llama como se llama, ¿no lo cree?
Bonito en verdad. y llegador.. jajaj
bueno...
chaoo...
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