30 septiembre 2008

Ahora sí, Sexo.

La filosofía taoísta proviene de China donde, desde hace más de dos mil años, se tiene la conciencia de que la sexualidad es una parte integral del ser humano. De China nos han llegado cosas tan rompemadres como la pólvora, la imprenta y los portátiles piratas de tetris que me hicieron felices las esperas en tantas dependencias burocráticas cuando era un mono jurídico.

Para el Tao no existe el morbo, la represión o la culpa. El sexo no sólo es satisfactorio, sino muy saludable tanto física como psíquicamente y está relacionado con la belleza y la longevidad. La gente en la zona oriental del mundo, ha practicado el “arte sexual” durante milenios partiendo de los principios básicos del Tao, y dicen los que saben que por eso hay un chingo de chinos y de hindúes y los japoneses trabajan a lo bestia.

Los puntos más importantes en los que el Tao del sexo y del amor difieren de la sexualidad occidental son la regulación de la eyaculación, la satisfacción plena de la mujer y la diferencia entre orgasmo masculino y eyaculación. Estos aspectos han empezado a ser retomados en Occidente por los sexólogos, ya que han descubierto que proporcionan una mayor satisfacción en la relación de pareja. Y es que, no nos hagamos los pendejos, el mexicano “promedio”, considera al sexo como el acto de aprovechar el medio tiempo del chivas - américa para echar el brinquito semanal con la fodonga, o dar tres bombeos y asomarse por el cristal de atrás del carro a ver si viene la patrulla, o un largo etcétera.

El Tao y las teorías sexuales modernas confluyen en el hecho de que el objetivo en la relación sexual no debe ser ni el orgasmo ni la eyaculación. El Tao va incluso más allá, pues indica que el objetivo del sexo es la salud mental y física tanto del hombre como de la mujer. O sea que se puede tener un sexo fantástico sin terminar haciéndole un batidillo a su pareja de turno, muchachos, o sin el miedo de que al baboso de turno se le “olvide” salirse a tiempo, niñas ingenuas.
Para el Tao, la armonía existente entre el yin y el yang se aplica en el acto sexual, de manera que sin importar el cansancio, la energía o el tiempo que se tenga, se puede llevar a cabo una unión sexual satisfactoria que involucre un alto nivel de amor entre la pareja, por lo que el vínculo se verá fortalecido. El Tao invita a los amantes a disfrutar el uno del otro sin prisa, a jugar y, en definitiva, a lo que en Occidente llamamos retozar, y mucho más comunmente foreplay, cachondeo, faje, agasaje, y demás finísimos apelativos.

Las técnicas del Tao sexo muestran un conocimiento profundo del funcionamiento del cuerpo y de las emociones humanas de cada sexo. Su objetivo es cultivar el placer y lograr aumentarlo cualitativa y cuantitativamente mediante el erotismo. Pero éste no se basa sólo en caricias mutuas, sino en la manifestación de sentidos: tocar, oír, oler y saborear a la pareja. El Tao te proporciona muchas ideas para preparar el arte de retozar: Plantearlo como una ceremonia. Prepara todos los pasos con detalle y tómate tiempo para estar lista o listo internamente (date un baño, escucha música relajante, cuida tu cuerpo) Tienes que pensar en la relación sexual como en una parte importante de tu vida, y no como una actividad para saciar un deseo animal o matar los minutos que faltan para el Monday Night Football.

Decorar el ambiente donde se va a consumar el encuentro amoroso. Cada pareja debe construir su propio templo. Se puede hacer desde lo más cliché y cheesy del mundo, como realizar masajes con esencias aromáticas, esparcir flores por la cama, vestir ropa sensual, poner velas, música, colocar pequeños cuencos de comida con sabores que ayuden a despertar el apetito sexual (frutas pequeñas, miel, chocolate, té aromático, etc.), hasta lo más kinky y desviadote del mundo, como darse de madrazos, agarrarse a mordidas, pelearse “de mentiritas”, o decirse cochinadas. Lo que te prenda, vale.

Libera el cuerpo. Es necesario quererlo como es, animarse a mostrar las mejores cualidades del mismo sin trabas ni complejos, y halagando a la pareja. A tu pareja le vale pito si tienes celulitis, estrías, los antebrazos gorditos o las tetas un poco caídas, si se está acostando contigo es porque le gustas; de la misma manera, amigos míos, si ustedes tuvieron poca suerte en la repartición de “dotes”, les tengo buenas noticias: Ellas los prefieren petite, dicen que son mejores por la variedad de cosas y posturas que se facilitan y que con un miembro más grande resultan dolorosas.

Para el taoísmo es esencial mantener relaciones sexuales constantemente, para enriquecerse de forma mutua en todos los aspectos. Y por constantemente quiero decir diario, no a cada minuto, aunque estaría muy bien si se pudiera y no hubiera que ir a trabajar.

Es necesario, para un desmpeño óptimo y una satisfacción cada vez mayor de ambos, trabajar la respiración de forma suave. Es preciso hacerlo de manera adecuada y por la nariz, relajándose y olvidando todo lo que acontece fuera. Lo único que importa es el placer de disfrutar del momento. Yo les recomiendo muy encarecidamente realizar además algo de ejercicio cardiovascular para aumentar su capacidad pulmonar y su rendimiento cardiaco, lo que incrementa super efectivamente tanto la duración como la constancia y la potencia de su cuerpo a la hora cuchi cuchi, la hora chingüengüenchona.

Una vez finalizado el acto sexual, el Tao recomienda a la pareja no separarse, ya que es un instante de extremada sensibilidad. Es el momento de intercambiar las experiencias positivas. Mi opinión personal es que no hay que tomarse esto al pie de la letra, se me haría muy mamila realizar una evaluación profesional del acto tan sincero que acaba de llevarse a cabo y del que aún se conserva en el propio cuerpo el aroma y el sudor (entre otros fluídos), más bien díganse las cosas buenas que sienten uno por el otro, aprovechen la fragilidad emocional que el instante brinda y si se aman, díganselo, si nada más se quieren, díganselo, si de plano sólo son cogicuates, recuérdense lo bien que se caen, lo mucho que se gustan, lo agradecidos que están con ese alguien especial por poder brindarse a fondo y disfrutar juntos con alguien en quien confían de un acto tan bello, confortante y satisfactorio como una buena sesión de orgasmos simultáneos.

Salud. Y a practicar, pequeños padawan.

1 comentario:

Char dijo...

Nada más hay que tratar un tema escabrozo para que nadie diga ni pío. Bueno, creo que para estar tan obsesionados con el sexo (como sociedad) entendemos muy poco de qué se trata y por ello, según la encuesta Durex, en México se prefiere ir a trabajar que tener sexo ¿puedes creer eso?