Tal vez ustedes -pobres humanos- no se hayan enterado, pero lo nuevo, lo ad-hoc, el non plus ultra de la alimentación moderna, vanguardista y cosmopolita es el "desayuno policial". Así es, según los nutriólogos más sobresalientes del mundo y el universo todo, nada mejor para tu sistema digestivo que desperezarse por las mañanas y notar que ha recibido como primera chamba del día la digestión de un cafecito caliente y una dona con glaseado, chocolate, coco rayado, grageas o todo lo anterior.
Claro que aquellos pocos de ustedes que ya lo sabían -pobres humanos iluminados- comparten conmigo algo más que un intelecto sobredesarrollado y una sobreproducción hormonal, y este plus que los acerca a la divinidad (o sea a mí) es una gastritis bastante poca madre que los joderá cada mañana, por ahí de las 10 a.m. durante todos los días de su miserable vida.
La solución es tan desagradable como costosa, mudar su dieta actual por una rica en productos tan femeninos como yogurcito, media toronja y una hogaza de pan tostado con margarina -producto no lácteo alto en estrógenos y más gay que lavarse la cara con exfoliante-. Otra solución, más práctica pero no menos desagradable: un trago bastante generoso al galón de la leche antes de partir a sus diarias (aburridas, rutinarias, opacas?) labores. Esto con el fin de recubrir sus delicadas y afeminadas membranas estomacales de una capa de grasita que evite la irritación que les causará el café.
Anyway, si lo que ustedes buscan es de plano no tener gastritis, quédense en sus antigüedades de huevitos con jamón y molletitos y laputamadre, total, al fin que cada vez está más de moda lo gay y quizá algún día sean vistos como los nuevos regidores del mundo, un mundo lleno de arcoiris y programas de Sony en el que yo seré preso político, líder renegado y subversivo o sub comandante de la resistencia T.E.S.T.O.S.T.E.R.O.N.A.
Disfruten este post con leche. Albures incluídos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario