12 octubre 2004

Vade retro

Sinceramente, me aterra la idea de un exorcismo colectivo. La mayoría de las personas que conozco serían seres miserables, mezquinos, sin gracia alguna, si les quitaran sus demonios internos.
Ahora que se acerca la precuela de el Exorcista me vino a la mente esa idea y es mucho más aterrador que los litros de vómito verde, la pose de "arañita" y el giro tecolotesco de cabeza que a tantas generaciones aterró en el filme de todos conocido.
Sin embargo todos, alguna que otra vez, gustamos de someternos a exorcismos a menor o mayor escala. A veces solos, a veces con alguien que viene de algún punto difuso en el tiempo pasado y que, sin duda, puede contribuir con sus oraciones (no necesariamente religiosas) y litros y litros no necesariamente de agua bendita, para el proceso de limpia, enjuage, shampoo y repetición de los sucios y desgarbados demonios personales.
Por hoy esto terminó, ni modo, a veces uno postea sólo por una idea que, al final, no se deja exorcizar.

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